La política influyó a los temerosos miembros del jurado
Dr. Héctor Luis Manchini Ex juez neuquino |
Extractos:
Cumpliendo su trabajo con la diligencia habitual, Verónica Pelayes, oficial de Justicia de Zapala, partió hacia el medio del desierto neuquino a dejar un mandamiento –esto es, una orden del juez– a una agrupación mapuche que habita en tierras donde se lleva a cabo una explotación petrolera.
Llegó, bajó del vehículo y al intentar entregar los instrumentos que documentaban lo dispuesto por la jueza fue apedreada por un grupo de personas que diciéndose parte de los pueblos originarios la agredieron con inusitada violencia.
Corrió, subió a su automóvil mientras las piedras no dejaban de golpear el vehículo y al procurar arrancar una mujer con una cinta que pasaba por su frente tomando su pelo le arrojó una inmensa roca que rompió el vidrio y destruyó su rostro, la mejilla, el ojo, los labios... El corte llegó hasta el hueso del pómulo y sangrando copiosamente condujo hasta llegar al destacamento policial.
A partir de allí Verónica, con la cara ultrajada por la violencia criminal ejercida mientras cumplía su labor cotidiana, pasó mil desventuras físicas y psíquicas que la llevaron a jubilarse por incapacidad y a soportar la desfiguración del rostro, cirugías ominosas, hasta el juicio.
Antes del debate, Pérez Esquivel, asociaciones de derechos humanos y sindicales y Madres de Plaza de Mayo presionaron al jurado popular para que la autora del delito no fuera castigada. La política influyó sobre los temerosos miembros del jurado pluricultural y lograron su objetivo.
Las gravísimas lesiones de Verónica en su cuerpo y en su mente provocadas alevosamente por la dama agresora citada no fueron sancionadas como marca la ley. La condena fue ridícula: daño, que contempla una pena de 15 días a un año.
En el interior neuquino un tribunal presionado y asustado avaló la lapidación de una mujer mientras ejercía su trabajo y generó el antecedente de que cualquiera con poder político suficiente puede cometer el delito más aberrante que no recibirá la pena que a su tremenda acción le impone la ley: un jurado se encargará de su libertad.
Enlace: Versión On Line
Ex-Juez de la Cámara en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de la Provincia del Neuquén
www.rionegro.com.ar
13 de noviembre de 2015
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