21/10/14

Dr. Javier Bertolotti (Argentina)

Podemos llegar a cometer una injusticia

Dr. Javier Bertolotti

Extractos:
 
Me quedan un montón de dudas. Es difícil que una persona se pueda abstraer de los casos muy resonantes, en los que muchas veces las víctimas son niños, etcétera. Quizás podemos llegar a cometer una injusticia en la que condenemos a una persona por el marco que rodea al caso y no por las pruebas que hay.
 
Estamos con la presión imporante de los todos medios, estamos con cuestiones económicas, sociales, educativas complicadas. Es difícil dar tamaña responsabilidad a una persona en este contexto. Es ahí donde tengo mis reparos.
 
Realmente corremos un grave riesgo. También lo corren las personas designadas como jurados porque hay que estar en ese lugar, cuando adelante tengamos a un imputado quizá con un prontuario bárbaro, con un soporte exterior muy grande del cual puedan llegar a recibir amenazas. El jurado vuelve todos los días a su casa. ¿Quién le asegura a esa persona que no va a recibir la visita de un amigo de este mafioso imputado? Es difícil que en este contexto le pidamos que declare a alguien culpable.
 
En este contexto es difícil a una persona común y corriente, a una maestra, decirle: "ahora te toca; dejá el grado y te vas cuatro días para definir la suerte del Gordo Valor". Es mucha responsabilidad. Es ahí donde yo digo: no es el momento para esto.

Enlace: Versión Video On Line

Dr. Javier Bertolotti
Abogado nacido en Bragado. Se graduó en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en Agosto de 1997.
Marcelo Schachner



Programa de TV "El Pulso de la Ciudad"
Bragado (Bs. As., Argentina)
del Periodista Marcelo Schachner 
21 de octubre de 2014

20/10/14

Dr. Aleardo F. Laría (Argentina)

Los jurados no imparten justicia
 
Dr. Aleardo F. Laría
 
Extractos:
 
Los defensores del juicio por jurados argumentan desde la retórica. Sostienen que "el jurado popular es la garantía que tiene el pueblo contra toda arbitrariedad y contra todo abuso". Consideran que es una forma de generar participación ciudadana en el Poder Judicial, "el menos democrático del Estado". Se trataría de arrebatarles a los jueces el poder que no quieren perder y que les permite disponer sobre la libertad de los bienes y las personas. Según estas voces, el juicio por jurados significaría, nada menos, que democratizar la Justicia, entronizar al soberano.

Debemos estar precavidos contra los excesos retóricos. Como señala Adam Przeworski, "los fundadores de las instituciones representativas con frecuencia andaban a tientas, buscando inspiración en experiencias remotas, inventando argumentos retorcidos, enmascarando ambiciones personales bajo la apariencia de ideas abstractas, a veces impulsados por la pura pasión". Citando a Morgan, señala que "quizás no sería excesivo decir que los representantes inventaron la soberanía del pueblo para poder afirmar la propia". Entre estos inventos está hacer creer que el pueblo no se puede equivocar o que la voz del pueblo es la voz de Dios. Para lo que hace falta creer, nada menos, que el pueblo una abstracción tiene voz.

El uso de las ficciones es inevitable en política. El problema se presenta como es notorio con el actual gobierno cuando las ficciones se alejan ostensiblemente de la realidad. Un modo de evitar perderse entre las nieblas de las ficciones consiste en dejar de lado la retórica y analizar las cuestiones institucionales partiendo de un buen diagnóstico y verificando que la solución propuesta es la más eficiente y adecuada para resolverlo. Lo que Argentina requiere son propuestas realistas y creativas para el futuro, basadas en diagnósticos bien fundados, alejadas de la retórica.

Es indudable que existe un grave problema de ineficiencia en la prestación del servicio público de la justicia. En materia penal tenemos procedimientos decimonónicos; una lentitud exasperante y un problema de violación de los derechos humanos cuando retenemos en prisión a personas que no han sido juzgadas. De modo que la reforma y actualización de las leyes procesales, la implantación de la oralidad, la creación de una policía judicial, etc. son medidas atinadas que van en buena dirección.

Ahora bien. Como hemos comprobado, los argumentos de los defensores del juicio por jurados no invocan la eficiencia y la celeridad en los juicios penales sino los derechos del pueblo soberano a impartir justicia. En realidad reconocen lo que por otra parte es evidente que los juicios por jurados son más caros y que en ocasiones resultan engorrosos, dado que se deben primero elegir y luego reunir a muchas personas en una sala y luego aislarlas durante varios días para evitar su contaminación.

El problema mayor de esta forma de juzgar reside en que los jurados no imparten justicia, sino que se limitan a dar una opinión intuitiva sobre lo que es justo. Lo que implica un retroceso mayúsculo en relación con los procesos de profesionalización en la gestión de los asuntos públicos, que es la nota distintiva de la modernidad. Las tendencias actuales apuntan a la formación de un estrato tecnopolítico en todas las esferas del Estado donde la formación terciaria, cuando es acompañada de una buena experiencia práctica, da lugar a un producto superador que algunos denominan experticia.

La destreza para juzgar demanda un ejercicio de la función jurisdiccional que se adquiere en el transcurso del tiempo, algo que no está al alcance de un ciudadano que dedica sus días a pintar paredes o levantarlas. Todos oficios dignos pero que nada tienen que ver con la acción de suministrar justicia. Cuando le preguntaron al presidente del Consejo General del Poder Judicial de España si prefería ser juzgado por un jurado popular o por un juez técnico dio la siguiente respuesta: "Si fuera inocente, por jueces técnicos, y si fuera culpable por un jurado". Una respuesta sugerente que explica también por qué gran parte de los impulsores del juicio por jurados proviene del sector del foro especializado en la defensa de casos penales
     
La labor intelectual del juez tiene enorme similitud con la labor de un científico. Los considerandos de un fallo deben reunir una serie de requisitos técnico-científicos que lleven a la convicción de la concordancia lógica entre los hechos y las deducciones establecidas. Por otra parte, como señala Dieter Simon, según la teoría decisoria moderna, "ninguna decisión queda fundamentada al máximo si no permite ver los juicios valorativos sobre los que se apoya". La legitimidad del quehacer jurídico se produce cuando los razonamientos que dan lugar a una decisión pueden ser luego discutidos y verificados. Algo que no consigue un veredicto que se limita a consignar "culpable" o "no culpable".

La labor hermenéutica del juez está necesariamente vinculada con la ley y, en el caso del derecho penal, con el tipo descripto por la norma. No se puede decidir que un hecho es un homicidio sin conocer a fondo los elementos que legalmente configuran el tipo penal. No es posible afirmar que los hechos se ajustan al tipo sin conocer a fondo toda la estructura de los tipos penales. Algo que está fuera del alcance de un ciudadano que no ha estudiado Derecho y por lo tanto carece de experticia. Obsérvese que, según el Código Procesal Penal de Neuquén, el juez le explicará al jurado "los puntos controvertidos del caso, las cuestiones esenciales a decidir y las disposiciones legales aplicables al caso, expresando su significado y alcance en forma sencilla y clara" (206). Es decir que los jurados reciben un curso de Derecho acelerado de algunos minutos y con esos conocimientos toman decisiones que pueden encerrar a una persona de por vida.

A esto debemos añadir que, según las exigencias de la moderna teoría decisoria, el juez debe esforzarse para no hacer prevalecer su propia decisión valorativa y apartarse de sus prejuicios, para conseguir el mayor grado de objetividad posible en la aplicación del Derecho. Este ejercicio de autocontrol se consigue con la experiencia y a través de la doble instancia. Precauciones que desaparecen en un juicio intuitivo, formulado por ciudadanos inexpertos, que se limitan a suministrar una opinión infundada que no puede ser revisada en una segunda instancia
 
Juzgar la conducta humana es algo sumamente complejo. En la determinación de las consecuencias jurídicas de hechos complejos intervienen ciencias como la Psicología, la Física, la Biología, la Fisiología y hasta la Antropología. La criminología pretende reunir todos estos conocimientos. Esta compleja labor técnica no puede ser sustituida por la mirada ingenua de ciudadanos elegidos por sorteo. La libertad es un bien demasiado preciado para dejarlo librado al juicio intuitivo de personas inexpertas.
 
 
Dr. Aleardo F. Laría - aleardolaria@rionegro.com.ar
Es abogado, periodista y politólogo argentino, nacido en General Roca, provincia de Río Negro. Estudió abogacía en la Universidad de La Plata, donde fue uno de los fundadores de la FURN. En la provincia de Río Negro fue dirigente de la JP y militó en la denominada Tendencia Revolucionaria del peronismo. Ha sido abogado del Sindicato de Obreros Empacadores de Fruta y de otros sindicatos de Río Negro. En 1977 se exilió en España. Allí se desempeñó como abogado de la Unión General de Trabajadores de tendencia socialista. Fue uno de los fundadores de ATTAC España y tuvo una actuación destacada en las movilizaciones contra la guerra de Irak. Fue el abogado redactor de la querella criminal formulada contra el ex presidente Aznar y avalada con la firma de más de 1.800 ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil española. Actualmente reparte su tiempo entre España y Argentina. Es columnista habitual en el diario “Rio Negro” y sus notas las distribuye la Agencia Diarios y Noticias entre medios de Buenos Aires (diario “Perfil”) y del interior de Argentina. Es autor del ensayo “Calidad institucional y presidencialismo. Los dos problemas no resueltos de Argentina” (Grupo Editorial Latinoamericano) y acaba de publicar en la misma editorial “El sistema parlamentario europeo. Ventajas del parlamentarismo”.
 
"La justicia intuitiva"
rionegro.com.ar
20 de octubre de 214

9/10/14

Dr. Adolfo Rocha Campos (Argentina)

El juicio por jurados es absolutamente inútil

Dr. Adolfo Rocha Campos
Ex magistrado en el Departamento Judicial de Azul
 
Extractos:

Mi posición es totalmente contraria al juicio por jurados. De hecho, tal como está legislado en la provincia de Buenos Aires, porque cada provincia los legisla a su gusto, no será el jurado el que tenga la última palabra sino el juez.

La Provincia eligió un sistema que aparentemente es un juicio por jurado, pero en la práctica no lo es de ninguna manera. Es una mezcolanza por la cual se reúnen a doce personas a quienes se les hace escuchar una representación teatral que ocurre delante de ellos que la desarrollan la fiscalía y la defensa. El juez se reserva el derecho, de acuerdo a la ley, de que si la sentencia condenatoria estuviere en abierta contradicción con la prueba realizada en el juicio, tiene derecho a anular el juicio y llamar a otro. Con lo que en definitiva uno llega a la conclusión de que quien maneja el juicio no es el jurado sino el juez.
 
El derecho penal está captado por la defensa, porque este mecanismo de revisión funciona en el caso de sentencia condenatoria. En ese caso el juez puede anular el juicio, pero eso no funciona en el caso de sentencia absolutoria.

Hay que recordar el caso español en el que se produjo la absolución de varios miembros de la ETA a pesar de que había un montón de pruebas en su contra. El sistema de la provincia de Buenos Aires es arbitrario porque se favorece a la defensa y en perjuicio de la fiscalía. Me parece un disparate. 

El juicio por jurados es simpático, políticamente correcto, pero absolutamente inútil. En EE.UU., el juicio por jurado es absolutamente residual. Entre el 90 y el 95% de los juicios no se tramitan de esta manera porque se los hace por la transacción, por acuerdo entre el fiscal y el defensor para darle una pena al individuo.

Detrás de los juicios por jurado una cuestión filosófica porque se parte de la base de que como los jueces saben de derecho han perdido el instinto de justicia que el común de la gente lo tendría. Algo así como que el conocimiento es perjudicial para la justicia y como el conocimiento especializado distancia de la realidad. Ante este criterio, yo sigo sosteniendo que el conocimiento es útil en todos los órdenes.
 

Dr. Adolfo Rocha Campos
Ex magistrado en el fuero civil y comercial del Departamento Judicial de Azul, Pcia. de Buenos Aires, Argentina

"Un Cacho de mañana" por FM 98 POP

Diario El Popular
Olavarría - Pcia. de Buenos Aires - Argentina
9 de octubre de 2014

2/10/14

Dr. Carlos P. Pagliere (h.) (Argentina)

El juicio por jurados le hace un daño impresionante al sistema republicano

Dr. Carlos P. Pagliere (h.)
Juez del Tribunal Oral Criminal N°2 de Azul
Pcia. de Buenos Aires - Argentina

Extractos:

El juicio por jurados se trata de un sistema de juzgamiento que representa un retraso global para la justicia penal.

Se le hace publicidad y se lo promueve como un sistema democrático cuando en realidad es el sistema más antidemocrático que se pueda concebir. Si yo mañana dijera vamos a designar al intendente de Salta o al presidente de la Nación mediante un sorteo en el padrón electoral, la gente diría, como poco, que yo estoy mal de la cabeza. ¿Por qué? Porque la democracia es elección y no sorteo. Si sortear a un intendente o al presidente es absolutamente antidemocrático, también es antidemocrático designar a los jueces por sorteo.

Si el veredicto fuera absolutorio no hay ningún tipo de recurso. En el caso de que una persona fuera absuelta por un delito, ni la víctima, ni sus familiares pueden recurrir esa sentencia, que además es infundada. Las organizaciones que promueven los juicios por jurado son pro abolicionistas del sistema penal.

El jurado lo que dice es: culpable o inocente, pero nunca expresa por qué razón, y nunca se sabe si su decisión es lógica o ilógica. No hay nada por escrito porque no se le puede pedir a un jurado de personas que justifique una sentencia.

Se trata de un sistema que en el país no ha tenido buena acogida. En la provincia de Buenos Aires hace un año que está y no se ha podido aplicar, porque además es caro, inconveniente y requiere de medios que nunca están disponibles.

Donde sí se está aplicando el juicio por jurado es en Neuquén, donde hace muy poco hubo un caso de un homicidio (caso Ailín García) en el que se absolvió a la persona acusada y para los familiares es horrible porque no tienen ni siquiera algo escrito en donde se les explique por qué causas se resolvió la absolución. Esto es realmente terrible y al sistema republicano le hace un daño impresionante. Un Estado verdaderamente republicano lo que hace es fundamentar, es decir, dar las razones por las que se hacen las cosas.

El juicio por jurado no hace más que dilatar los tiempos procesales. Hay que convocar a muchas personas para finalmente designar a 12 jurados titulares y 6 suplentes, hay que hacer un juicio con esas 18 personas que por sí mismo en la logística es mucho más difícil y no hace más que retrasar a la justicia penal.

Para poder condenar o absolver a una persona hay que tener una preparación jurídica. Si uno no conoce de ciencia penal, que es muy sofisticada y técnica, va a ser difícil en un debate poder seleccionar los hechos que son relevantes para el juzgamiento. Además, para establecer una culpabilidad o inocencia hay que tener conocimiento sobre lógica inductiva y deductiva.

Este es un sistema nefasto e inconveniente. Hay que tener cuidado con lo que uno importa de otros países, porque en Estados Unidos las estadísticas ciertas, hechas por universidades norteamericanas, hablan de que por año hay 100 condenas erróneas que son imputables al sistema de juicio por jurados.


Dr. Carlos P. Pagliere (h.)
Juez del Tribunal Oral Criminal N° 2 de Azul, Pcia. de Buenos Aires, Argentina. Director y editor de la página web "Argentina sin Juicios por Jurado". Autor de libros jurídico-penales: Homicidio insidioso y Nueva Teoría del Delito (en 15 tomos).

Fuente: Algo Personal/ FM Noticias 88.1
Por la periodista Paula Poma

Salta Entre Líneas (Salta, Argentina)
2 de octubre de 2014