23/6/13

Dr. José Ricardo Palacio (España)

Es difícil que en estas circunstancias pueda tener un juicio imparcial


Dr. José Ricardo Palacio
Abogado penalista
País Vasco
 
Extractos del Reportaje:
 
"En el caso de Mikel Otegi seleccionar al jurado fue sangre, sudor y lágrimas, porque no quería ni Dios ser jurado allí", recuerda José Ricardo Palacio, quien fuera abogado de las familias de los dos ertzainas asesinados. El acusado fue absuelto. "Yo le llamé a aquél el veredicto del miedo", zanja el letrado, dispuesto a analizar el papel del jurado popular en el caso de Bretón.
 
¿Considera un despropósito que un jurado popular juzgue un caso tan mediático como el de José Bretón?
 
Legalmente no hay otra posibilidad. Ahora, en este caso y en todos aquellos en los que haya habido unas campañas de medios de comunicación intensas, donde prácticamente se ha linchado ya al reo, desde luego es difícil que en estas circunstancias este ciudadano pueda tener un juicio imparcial, porque puede haber una idea preconcebida de la culpabilidad del acusado.
 
¿Hay forma de remediarlo?
 
Puede haber remedios, pero no son fáciles. Para tratar de preservar la imparcialidad del jurado tanto las acusaciones como las defensas podemos recusar a los candidatos, por ejemplo, por amistad íntima o por enemistad manifiesta con el acusado. La ley también concede la posibilidad de recusar a tres candidatos sin necesidad de invocar ninguna causa, pero corres el riesgo de que el que venga sea peor. Se trata de evitar en lo posible jurados contaminados en un sentido u otro.
 
Si tuviera que defender a Bretón, ¿qué les preguntaría a los candidatos a jurado para seleccionarlos?
 
¿Usted ha seguido habitualmente en los medios de comunicación este asunto? Sí. ¿Tiene alguna opinión sobre el mismo? Pues sí. ¿Cuál es su idea? Yo creo que este hombre es culpable. Mire, si ya tiene una idea formada previamente de que es culpable, pues lo recuso.
 
¿Es posible encontrar a alguien que no tenga esa idea preconcebida?
 
Ese es el tema. En Estados Unidos, cuando se detecta que un delito, cometido, por ejemplo, en Nueva York, no va a ser juzgado imparcialmente porque hay una campaña de prensa muy a favor o muy en contra, se permite pasar el conocimiento del tema a otro estado. También se podría juzgar en Nueva York, pero con jurado de otro estado. Esto no cabe en España.
 
Entonces, ¿cree que este juicio no se va a llevar a cabo con todas las garantías para el procesado debido a la campaña mediática?
 
Le voy a responder con una observación: No quisiera ser yo acusado en esta causa.
 
El jurado está compuesto por siete mujeres y dos hombres.
 
Eso puede ser por casualidad, porque viene impuesto, pero si yo tuviera que defenderle, trataría de atraer por medio de recusaciones a más hombres al jurado, porque tengo la sensación de que el voto femenino puede estar todavía más influenciado que el voto masculino por simpatía con la madre.
 
Un mes de proceso, un centenar de peritos y testigos... ¿Cualquier ciudadano está capacitado para procesar toda esa información?
 
Hay una serie de requisitos. Si es mayor de 18 años, sabe leer y escribir y está en plenas facultades mentales, cualquiera puede ser jurado.
 
Aunque ambos errores se enmendaron, Mikel Otegi fue absuelto tras matar a dos ertzainas y Dolores Vázquez, condenada por el asesinato de Rocío Wanninkhof.
 
Esos han sido dos fallos clamorosos del jurado popular en España.
 
Llama la atención que el jurado popular sea competente para juzgar delitos tan graves como esos.
 
Al jurado popular no se le pide que aplique normas jurídicas. Se le pide únicamente que diga si, visto el juicio, considera que el reo es culpable o no. Cualquier persona sensata está capacitada para estimar si un hecho está probado o no.
 
Aun así, no deja de ser una gran responsabilidad...
 
Un jurado popular dicta veredicto con cierta tranquilidad de conciencia cuando tiene una prueba directa de culpabilidad, pero como tenga que deducir la culpabilidad o no culpabilidad de la prueba indiciaria, la cosa se complica mucho más.
 
¿En el caso de Bretón va a ser así?
 
En este caso el jurado va a tener que dictar veredicto, en principio, por pruebas indiciarias porque no hay confesión del reo ni testigos presenciales ni identificación de cadáveres. El jurado popular va a tener que deducir si es culpable de asesinato o no del indicio de que este hombre compró días antes unos calmantes, del indicio de que compró días antes gasolina, del indicio de que han aparecido restos óseos de niños de corta edad... Si para un tribunal profesional fallar por pruebas indiciarias puede ser difícil, usted me dirá para un jurado.
 
¿Considera que esos casos no debería juzgarlos un jurado popular?
 
Me merecería mucha más confianza para una prueba indiciaria que fuera juzgado por un tribunal de derecho que por un jurado popular.
 
Se dice que quienes son culpables prefieren un jurado popular.
 
Porque es más fácil engañarle. Un jurado popular es mucho más influenciable y manipulable que un juez profesional, que ya tiene experiencia y se las sabe todas.
 
Con todo, si tuviese que pronunciarse sobre jurado popular sí o no...
 
En toda actividad prefiero los profesionales a los aficionados. Para juzgar prefiero un juez y para que me opere, un médico a un jurado popular de aficionados a la medicina.
 
 
Publicaciones: Deia y Noticias de Álava
Por Arantza Rodríguez

España
23 de junio de 2013

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