Caso Bretón: ¿juicio o circo mediático?
Extractos:
El juicio contra José Bretón en
Córdoba por el presunto asesinato de sus dos pequeños hijos, Ruth y José, está
llegando a su desenlace final, con el veredicto del jurado popular, que, o mucho
me equivoco, o lo declarará culpable de toda culpabilidad.
El clima social que
se ha creado en torno a este tristísimo suceso así lo ”exige”. Su seguimiento
mediático, especialmente en radio y televisión, es muy probable que termine
influyendo poderosamente sobre el ánimo de los jurados, por otro lado
perfectamente indocumentados en materia penal. Todo ello me induce a unas
cuantas reflexiones acerca de este terrible hecho y sus
circunstancias.
Otra cuestión que me produce repelús es
la intervención de un jurado popular en causas de tanta envergadura jurídica,
complejidad sicológica y repercusión social. Que un pequeño grupo de personas,
ayunas por completo de conocimientos legales, tenga que decidir la culpabilidad
o no de un acusado, no se corresponde en absoluto con el equilibrio y seriedad
con que debe actuar la Justicia.
Queremos que la Justicia sea seria y objetiva. Ya sé que en Estados Unidos funciona el sistema de jurado desde sus mismos inicios como nación independiente, pero de eso hace ya casi dos siglos y medio. Aquí, en cambio, acabamos de descubrir el Mediterráneo, y ya le asignamos casos complejísimos, que sólo unos jueces muy preparados podrían afrontar.
Los medios, en especial los menos reflexivos por sus propias limitaciones técnicas, como la televisión, han convertido el caso en una especie de espectáculo para complacer los gustos de amplios sectores del público.
Por una parte parece criticable –a mí me resulta un tanto desmedido–, mas por otra tiene su explicación. Cuando ejercía de redactor-jefe en la agencia Efe, solía decir a mis redactores que la sección de Sucesos y Tribunales era muy agradecida, porque tenía un gran volumen de seguidores. Los acontecimientos con morbo apasionan al personal, y los medios tienen que atenerse a la demanda, pero sin perder nunca el sentido de la medida, pues de lo contrario pueden caer en la inflación informativa y pecar de amarillismo. Por eso pienso que José Bretón lo tiene muy crudo ante un jurado de inexpertos inundado por tanta información agigantada como un eco en las montañas.
No quiero decir, para terminar, que José Bretón sea inocente, tampoco que sea culpable. Eso lo determinará la instancia que proceda, pero cargar la responsabilidad de ese dictamen en un jurado de indocumentados, me parece una barbaridad. Es como si se confiara la decisión de una operación quirúrgica a corazón abierto a un tribunal, no de médicos, sino de personas de la calle. Su supone que los especialistas de cualquier materia están para algo, ¿o no?
Queremos que la Justicia sea seria y objetiva. Ya sé que en Estados Unidos funciona el sistema de jurado desde sus mismos inicios como nación independiente, pero de eso hace ya casi dos siglos y medio. Aquí, en cambio, acabamos de descubrir el Mediterráneo, y ya le asignamos casos complejísimos, que sólo unos jueces muy preparados podrían afrontar.
Los medios, en especial los menos reflexivos por sus propias limitaciones técnicas, como la televisión, han convertido el caso en una especie de espectáculo para complacer los gustos de amplios sectores del público.
Por una parte parece criticable –a mí me resulta un tanto desmedido–, mas por otra tiene su explicación. Cuando ejercía de redactor-jefe en la agencia Efe, solía decir a mis redactores que la sección de Sucesos y Tribunales era muy agradecida, porque tenía un gran volumen de seguidores. Los acontecimientos con morbo apasionan al personal, y los medios tienen que atenerse a la demanda, pero sin perder nunca el sentido de la medida, pues de lo contrario pueden caer en la inflación informativa y pecar de amarillismo. Por eso pienso que José Bretón lo tiene muy crudo ante un jurado de inexpertos inundado por tanta información agigantada como un eco en las montañas.
No quiero decir, para terminar, que José Bretón sea inocente, tampoco que sea culpable. Eso lo determinará la instancia que proceda, pero cargar la responsabilidad de ese dictamen en un jurado de indocumentados, me parece una barbaridad. Es como si se confiara la decisión de una operación quirúrgica a corazón abierto a un tribunal, no de médicos, sino de personas de la calle. Su supone que los especialistas de cualquier materia están para algo, ¿o no?
Enlace: Versión On Line
Vicente Alejandro Villamón
Periodista y escritor valenciano
España
Religión en Libertad
8 de Julio de 2013
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