14/5/12

Dr. Carlos P. Pagliere (h.) (Argentina)

Un juez opinó que el juicio por jurados "pone la justicia en manos de doce déspotas"

Dr. Carlos P. Pagliere (h.)
Juez en el Tribunal Oral Criminal N° 2 de Azul
Buenos Aires - Argentina

Extractos:

Un juez azuleño se mostró contrario a la implementación del sistema de juicios por jurados en la provincia de Buenos Aires, al considerar que se debería "preservar a la población de la amenaza de una justicia penal en manos de doce déspotas" y asegurar que "todo aquel que decida sobre la culpabilidad de una persona y, por tanto, tenga la potestad de confinar a alguien a la cárcel, incluso de por vida, al menos debería fundamentar en qué se basa para tomar semejante resolución".

El juicio por jurado es promocionado como el sistema más democrático, avanzado, progresista y justo para la administración de la justicia penal, pero es ―en realidad― el más tiránico, primitivo, retrógrado e injusto concebido en Occidente.

El magistrado azuleño aclaró, además, que bajo el sistema que alientan en la Provincia "el jurado es despótico, arbitrario, autoritario, dictatorial, tiránico, o el adjetivo análogo que usted prefiera. No porque sus miembros lo sean, sino porque la ley los obliga a actuar como tales" ya que "no deben fundamentar nada" a la hora de tomar decisiones.

Destacó que "los miembros del jurado no son personas capacitadas para juzgar. Decirlo no es simpático ni políticamente correcto, pero es la pura verdad" y planteó que "el derecho penal es una ciencia muy sofisticada, de la cual el jurado no tiene ningún conocimiento. Y el juzgamiento es una tarea nada sencilla, de la cual el jurado carece de toda preparación y práctica".

Sostuvo que para juzgar no basta con tener sentido común ya que "se requieren conocimientos especializados", aún cuando "hay jueces que dejan mucho que desear. Le aseguro: a mí me dan más bronca que a usted. Y es obvio que no hay jueces infalibles. Le confieso: me mortifica pensar que algún día pueda equivocarme. Pero la inmensa ventaja de los jueces letrados es que, en términos globales, mejoramos notablemente la calidad de la justicia penal".

Señaló que "usted dirá: 'los jurados, sin saber tanto como los jueces, a veces aciertan'. No lo niego. Pero ¿qué mérito hay en eso? Un reloj roto también acierta dos veces al día. Lo fatídico es que los jurados, a diferencia de los jueces, se equivocan muy a menudo. El resultado: muchos inocentes presos (porque sí) y algunos culpables libres (porque sí)".

Siempre dentro de este contexto, Pagliere (h) indicó que "es una lástima que los juicios criminales no nos brinden una devolución de los yerros cometidos. Si hubiera 'cirugías por jurado', la pila de muertos por mala praxis de inmediato pondría al descubierto la insensatez. En cambio, luego del juicio, el jurado puede irse satisfecho de su labor aunque haya condenado de por vida a un inocente".

Remarcó el juez que "el jurado no es democrático, en lo más mínimo, ni los juicios por jurado pueden ser tolerados por ningún Estado verdaderamente democrático" porque "el jurado no es el pueblo, ni ha sido elegido por el pueblo. Son doce personas cualquiera que las escoge el azar. ¿Qué tiene esto de democrático? Absolutamente nada".

También remarcó que "los miembros del jurado pueden no estar capacitados psíquica y moralmente para juzgar. Si lo están o no en cada caso, sólo Dios sabe" y que "la designación de los miembros del jurado es inconstitucional, aunque el sistema haya quedado ―por un evidente anacronismo― previsto en nuestra Ley Fundamental".

Aseguró que "los juicios por jurado no pueden dar mayor prestigio ―o devolver el prestigio― a la justicia penal, sino todo lo contrario" en cuanto a consideraciones populares como "no se investiga bien", "los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra", "las penas son bajas", "la justicia es lenta" o "los jueces son corruptos". Teniendo en cuenta que "estos problemas no siempre son reales, pero de todos ellos: ¿qué solución nos brindarían los juicios por jurado? ¡Ninguna!".

Aseveró que "el juicio por jurado no soluciona la morosidad de la justicia penal" y que "la justicia es lenta. Es cierto y lamentable. ¿Se le puede dar más celeridad? Claro que sí, simplificando el trámite de la instrucción de las causas y creando más órganos judiciales. ¿Se la puede hacer más lenta? Por supuesto: ¡con juicios por jurado!".

Sentenció el magistrado que "el jurado es mucho más permeable a la corrupción que los jueces" y por ello "los juicios por jurado no garantizan en lo más mínimo la transparencia. Todo lo contrario: dan mayores chances a la corrupción".

Pagliere (h.) también habló de que "el juicio por jurado propicia la violación de derechos individuales" ya que la actuación de los jueces ha evitado que haya prueba obtenida con métodos como tortura y apremios ilegales, ya que "no podría tener validez en un juicio" porque "la sentencia será revocada inexorablemente". Pero "cosa diferente ocurre con el jurado, que no tiene que explicar por qué condena. Todas las pruebas obtenidas ilegalmente vuelven de pronto a cobrar utilidad. El jurado puede valorarlas sin problema. ¡Que importa si el juez dice que no se pueden considerar! El jurado no tiene que explicar por qué condena, así que puede valorar lo que quiera sin rendir cuentas".

Respaldó su postura en que "el jurado engendra irresponsabilidad en su seno, ya que nadie se hace cargo de las decisiones que toma" y en que "el sistema de juicios por jurado es, por lejos, el más primitivo de Occidente".

El juez evaluó la erogación económica, reconociendo que "la cuestión de los costos excede un poco lo que hace a mis preocupaciones como juez, pero como funcionario público me incumbe siempre administrar lo mejor posible los limitados recursos existentes para dar un mejor servicio de justicia". Para ello, estimó que con 18 miembros del jurado (12 titulares y 6 suplentes), con una suma estipulada de 1.550 pesos para cada uno de ellos, se sumarían 27.900 pesos por cada juicio por jurado aunque "a esto se deben sumar los gastos operativos y la inversión en infraestructura edilicia y mobiliaria".

"Como se puede apreciar, aporté nada menos que doce motivos contrarios a los juicios por jurado. Casualmente tantos, como miembros tiene un jurado. Y debo decir que seleccioné los más accesibles, ya que existen muchos otros ―más técnicos― que debí omitir para evitar el hastío. Confieso que los juicios por jurado me serían muy convenientes: tendría más tiempo libre y ninguna responsabilidad. Pero no soy un juez que rehuya el trabajo, ni que eluda el cumplimiento del deber. Prefiero honrar mi juramento y brindar todo mi conocimiento para preservar a la población de la amenaza de una justicia penal en manos de doce déspotas", concluyó.


Dr. Carlos P. Pagliere (h.)
Juez Tribunal Oral Criminal N°2 de Azul

Diario El Popular - Olavarría
14 de mayo de 2012

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